Anoche, sin importar mi cuerpo,
me preguntaba en silencio: ¿Cuál es tu sensualidad?
¿Tus manos largas?
¿Tu melena noche escurriendo?
Quizá tus pequeñas caderas,
tus finos labios,
las lágrimas que lavan el carmín de los mismos.
O ésos labios esbozando sonrisas entre tus manos;
manos que entornan tu cadera sostenida por lánguidos muslos
tan fuertes como columnas alzadas en palacios.
O quizás sea tu alma manchada y terriblemente caprichosa,
envuelta en deseo y retorcida perversión.
¿Serán en verdad tus desquiciados deseos,
tus trágicos pensamientos?
Quizás sea tu enferma forma de verme:
¡siempre vengativa y ahogada de arrogancia!
Anoche, sin importar el cuerpo
me preguntaba en silencio: ¿Será por ésa quimera que hoy me consumo?
Es posible que hoy, por ti, Quimera, me esté consumiendo.
Pero no es por ti, Quimera, que hoy estoy muriendo.
Es por el cuerpo presente.
¡Es por el cuerpo hiriente de inmensa pureza que hoy estoy muriendo!
Ella esta ahora recostada.
Su cabello cubre mis piernas y apenas mi sexo.
Ella cubre mis manos para que no te busque, Quimera,
me alimenta con su carne para que no busque tus huesos
y secan mis lágrimas si pretenden mojar tus labios.
me preguntaba en silencio: ¿Cuál es tu sensualidad?
¿Tus manos largas?
¿Tu melena noche escurriendo?
Quizá tus pequeñas caderas,
tus finos labios,
las lágrimas que lavan el carmín de los mismos.
O ésos labios esbozando sonrisas entre tus manos;
manos que entornan tu cadera sostenida por lánguidos muslos
tan fuertes como columnas alzadas en palacios.
O quizás sea tu alma manchada y terriblemente caprichosa,
envuelta en deseo y retorcida perversión.
¿Serán en verdad tus desquiciados deseos,
tus trágicos pensamientos?
Quizás sea tu enferma forma de verme:
¡siempre vengativa y ahogada de arrogancia!
Anoche, sin importar el cuerpo
me preguntaba en silencio: ¿Será por ésa quimera que hoy me consumo?
Es posible que hoy, por ti, Quimera, me esté consumiendo.
Pero no es por ti, Quimera, que hoy estoy muriendo.
Es por el cuerpo presente.
¡Es por el cuerpo hiriente de inmensa pureza que hoy estoy muriendo!
Ella esta ahora recostada.
Su cabello cubre mis piernas y apenas mi sexo.
Ella cubre mis manos para que no te busque, Quimera,
me alimenta con su carne para que no busque tus huesos
y secan mis lágrimas si pretenden mojar tus labios.